¿Cumple Dios Su Palabra?
de Daysounds
Cuando Dios nos promete algo, cumple su promesa. Lo único que puede impedirnos recibir la promesa a su debido tiempo es..., bueno, nosotros mismos.
Las demoras pueden venir de diferentes fuentes: otras personas, la naturaleza, los demonios, etc.; no obstante, nosotros somos la causa original de esas demoras. Dios prueba el crecimiento de nuestro carácter con regularidad. Si no pasamos el examen, eso significa que el período de espera va a ser más largo. Nuestro Padre está deseando bendecirnos, pero Él no quiere que nos destruyamos a nosotros mismos o al regalo que nos tiene preparado (algunas veces ese regalo es una cierta persona muy especial quien llegará a ser nuestra esposa o nuestro esposo). Así pues, un buen entrenamiento es esencial. Algunas veces somos nosotros quienes necesitamos ser cambiados; otras veces, es la otra persona (el regalo) quien necesita un cambio de comportamiento; y frecuentemente son ambos.
Por lo tanto, si Dios nos ha prometido a una persona específica, un regalo específico, no debemos desesperarnos cuando la promesa parece haberse desvanecido completamente delante de nuestros propios ojos. Continuemos orando, acercándonos más y más a Dios; esa cercanía a Él nos ayudará a moldear nuestro carácter y a pasar el siguiente examen.
"José [el hijo de Jacob] pensaba que todas sus adversidades le estaban alejando por completo de su sueño, pero Dios las estaba usando para llevarle a su cumplimiento.
Si Dios te ha dado un sueño, espera encontrar adversidades en el camino a su cumplimiento." --John Pauls
Si nos desesperamos y nos volvemos a una vida de pecado, o ponemos a Dios de lado, tal vez podamos perder el regalo por completo. Por otra parte, si seguimos fieles a Cristo (incluso en el medio de las lágrimas, los interrogantes, y el dolor), Él va a reservar a esa persona o ese regalo para nosotros, y después de un poquito, vamos a obtener lo que Dios nos prometió.
Dios es fiel y verdadero.
"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa." --La Sagrada Bíblia, Hebreos 10: 35 y 36
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